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¿Cómo comenzó QWERTY?
A finales de 2019, un grupo de ocho maricas europeos, cisgénero, residentes en Barcelona, de entre 30 y 40 años y de diferentes clases sociales, empezamos a encontrarnos y a pensar en crear un espacio a medio camino entre las organizaciones que nacieron a raíz de la urgencia sociosanitaria del VIH (y que ahora han adquirido un carácter institucional) y aquellos colectivos y movimientos sociales de acción más directa. Cuando empezamos a reunirnos, pudimos hacernos una idea de este mapa barcelonés en cuanto al activismo marica. También encontramos el eje rosa mercantilizado (como el ‘Gaixample’) y otras ramas más vinculadas a partidos políticos. Por lo tanto, sentíamos que faltaba algo más.
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¿Cuáles son los valores de QWERTY?
QWERTY funciona a partir de dos lógicas vertebradoras: la no representación y el ánimo de construir. Desde estas premisas, QWERTY quiere facilitar la creación de espacios seguros para que, desde las individualidades y los colectivos, hagamos de nuestro entorno un lugar mejor. QWERTY también asimila las lecciones aprendidas por el movimiento feminista para ampliar el enfoque y abordar la opresión de manera interseccional, incluyendo temas como la orientación sexual y la identidad de género en su discurso transversal.
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¿Tenéis colaboradores?
Nuestro proyecto tiene la capacidad de involucrar a otros agentes externos en su desarrollo. De hecho, ya hemos establecido relaciones con diversas entidades de la Economía Social y Solidaria (ESS) que pueden desempeñar un papel clave en el origen y desarrollo de QWERTY. Entre ellas se encuentran CooperaSec, que nos ofrece asesoría financiera y contable; La Raposa, un restaurante vegano que nos proveerá de comida para los eventos; y La Tinta, con quienes organizamos cursos en el marco de la Alianza Monstruosa. También contamos con el Ateneu del Raval, que nos ha cedido su infraestructura «Laboratori d’Idees» para reuniones y actividades de coordinación.
Además hacemos uso de espacios vinculados a la ESS, como Can Batlló, Paral·lel 62, Plural Centre de Masculinitats, La Deskomunal… -
¿Cómo se aplica la perspectiva de género?
Aunque QWERTY no dispone de un plan de igualdad concreto, tanto para la asociación como para el proyecto QWERTY en particular, donde la interseccionalidad es el concepto que lo articula, la perspectiva de género es fundamental. Como entidad marica-queer en transformación, la problematización del género nos ha atravesado y nos ha llevado a replantear nuestra acción y nuestro discurso. Esto ocurre tanto desde una perspectiva estratégica, enriqueciendo nuestra visión global de nuestra cultura organizativa, como desde un punto de vista estructural/procedimental al ejecutar nuestras acciones, así como al evaluar nuestro impacto externo en términos de considerar a quién damos voz o quién nos representa.